jueves, 19 de julio de 2012

Los inicio de la literatura en la edad media.


Los inicios de la literatura en la edad media


La literatura española comenzó a desarrollarse en la edad media con las primeras poesías en lengua romance castellano. En el imperio romano la unidad lingüística la constituía el latín, después de la caída del imperio romano, las regiones fueron modificando su lengua, evolucionando con influencias de los pueblos primitivos, las lenguas de los invasores y las características propias de cada zona. Así nacieron las lenguas derivadas del latín vulgar que se hablaba en las provincias, llamada lenguas romances, entre las cuales están el castellano, francés, italiano, portugués, catalán y otros. Durante varios siglos de la era cristiana los textos seguían escribiéndose en latín. La narrativa y la lírica medieval española tienen una fuerte influencia de la cultura árabe, esta influencia le dio un tono y aspecto inconfundible y contribuyeron con la concordancia entre el arte popular y erudito, también enriqueció el castellano con vocablos de distintos orígenes. La base del castellano fue el latín popular.


Las características generales de la literatura española en la edad media son:
El arte literario medieval es profundamente religioso, realista y objetivo.
Los temas eran de batallas, conquistas y amor por las mujeres.            
Los  géneros literarios cultivados fueron: épica, lírica y teatro.

Los cantares de gesta: son composiciones épicas en lenguaje  popular y anónimo. Narran los hechos históricos y heroicos acaecidos durante la época de la invasión árabe de España, de la primera cruzada y de la formación de los reinos cristianos medievales. Estos poemas eran interpretados por los juglares.

Los juglares, también llamados bardos o trovadores de la edad media, eran los personajes que recreaban a la gente con sus habilidades, eran los hombres y mujeres que eran a la vez poetas, recitadores, músicos, bailarines, cantores, entre otros. Sus actividades eran diversas: canciones, baile, chistes, lectura de poemas, refranes, presentaciones con títeres,actos circenses y de prestidigitaciones, etc. Estas actividades se realizaban en plazas públicas, en palacio o en mesones, para entretener a los presentes y su público pertenecía a las distintas clases sociales.
Los juglares supieron satisfacer ciertas necesidades de orden recreativo y espiritual: la necesidad de un espectáculo y de informarse sobre algunas historias del pasado reciente.


De los cantares de gestas castellanas que se conservan hasta el momento tenemos: “El cantar del Mio Cid” (el más representativo), fragmentos del “Cantar de Sancho III”  y del “Cantar de los infantes de Lara”.


El poema de Mio Cid ha sido catalogado como un símbolo nacional, una joya de la poesía épica, y una obra maestra del arte juglaresco. El poema fue escrito, según se considera, por un juglar de Medinaceli, hacia el año 1140. Conocemos del texto del poema gracias a una copia manuscrita hecha en 1307 por  Per Abbat. Fue redactado y publicado por primera vez por Tomás Antonio Sánchez, en su “Colección de Poesías Españolas Anteriores al Siglo XV” Madrid, 1779. El valor más importante que tiene este poema es que demuestra una notable fidelidad a la verdad histórica, demostrando veracidad en su contenido y conservando su esencia.


División. El poema de Mio Cid se divide en tres partes:
Cantar primero: El destierro del Cid.
Cantar segundo: Las bodas de las hijas Del Cid. 
Cantar tercero: La afrenta de Corpes.


Argumento.
Cantar Primero. El destierro Del Cid.
Los enemigos Del Cid le acusan de apropiarse de una parte del tributo real, por lo que el rey Alfonso VI lo destierra. En Burgos, la gente le niega el albergue por temor al rey. Obtiene el dinero de dos judíos, dejándoles como depósito dos arcas llenas de arena, que hace pasar por oro y plata. Llega al monasterio de Cerdeña y se despide de su esposa Jimena y de sus hijas Elvira y Sol. Marcha a Aragón y conquista varios lugares. Se enfrenta al Conde de Barcelona, y lo derrota y lo hace prisionero. El Conde paga por su libertad
Cantar Segundo. Las bodas de las hijas del Cid.
El Cid conquista Valencia. Envía  regalos al rey por medio de Àlvar Yáñez. Se reúne con su esposa e hijas en Valencia. El Cid obtiene nuevos triunfos y botines. Envía nuevamente otros presentes al monarca. Se entrevista con el rey Alfonso VI y se reconcilian a orillas del Tajo. Los infantes de Carrión codician la fortuna del Cid y proponen casarse con sus hijas. El rey le pide al campeador a sus hijas para que se casen con los infantes de Carrión. El Cid acepta la petición, pero con cierto recelo, y el matrimonio se lleva a efecto en Valencia con una gran fiesta.
Cantar tercero. La afrenta de Corpes. 
Por sus cobardías, los infantes de Carrión son objeto de burla en la Corte del Cid. Deciden retirarse con sus esposas a su tierra. Piden permiso al Cid y este accede. Apenas entran en tierras de Castilla, en el robledal de Corpes, azotan cruelmente a sus esposas y las dejan atadas a un árbol. El Cid se queja al rey de la afrenta recibida, y el monarca convoca a cortes en Toledo. Los infantes, en desafío, son vencidos por los guerreros del Cid. Doña Elvira y doña Sol quedan libres como esposas. Celebran su segundo matrimonio con los infantes de Navarra y de Aragón.



El mester de clerecía señala el surgimiento de la literatura propiamente dicha en las lenguas romances. Se tratan de temas de poesías cultas, de temas sacros, moralizadores, nacionales y novelescos, con fines didácticos. Dentro del mester de clerecía el autor más representativo es Gonzalo de Berceo.


En el siglo XVI, sobresalen los siguientes autores y sus obras: 
El libro del Buen Amor, del Arcipreste de Hita.
La vida de San Ildefonso, del Beneficiado de Ubeda.
El poema de Yusuf, Los proverbios del Rey Salomón y el Libro de Miseria de Omne, de autores anónimos o discutidos.
El Rimado de Palacio, del canciller Pero López de Ayala.

Los Milagros de Nuestra Señora: Es una obra de carácter religioso. Es la producción literaria más extensa e importante de Berceo. Consta de veinticinco relatos sobre los milagros de la Virgen María. Es una obra muy atractiva con una introducción que encanta y embelesa por su alegórico vergel. Con este escrito mariano, la Virgen María es presentada como Reina de los Cielos, como intercedora, como hipostasis de la ternura y de la bienaventuranza. Es una obra de forma rústica, primitiva, sencilla, ingenua y fresca; con un lenguaje popular y cotidiano; y con una fusión de la forma culta del mester de clerecía con la simplicidad y candor del mester de juglaría.


Gonzalo de Berceo (¿1195-1264?):
Es el primer poeta español cuyo nombre ha llegado hasta nosotros. Nació en Madriz, barrio de Berceo (provincia de Logroño). Fue diácono del Monasterio  benedictino de San Millán de la Cogolla. En 1237 era ya presbítero. Su obra tiene una inmensa relación con la circunstancia nacional y religiosa que la determinó.


Obras: 
Vidas de santos: Santo Domingo de Silos, San Millán de la Cogolla, y Santa Oria.
Obras dedicadas a la Virgen María: Loores de Nuestra Señora, Duelo de la Virgen en el día de la pasión de su Hijo, Milagros de Nuestra Señora.
Poemas religiosos: El martirio de San Lorenzo, El sacrificio de la Misa, Los Signos que aparecerán antes del juicio.


Obra cumbre de la literatura medieval española.
El Libro de Buen Amor. Es la obra cimera de la literatura medieval española. Es un libro de arte de amar. En él precisa el sentimiento del amor como una necesidad vital, lleno de frescura y naturalidad de lo verdadero. Sus fuentes literarias son latinas, principalmente Ovidio y la poesía goliardesca (poesía en latín medieval con temas del amor y del vino, muy relacionadas con la vida universitaria de la época). El libro de Buen Amor es naturalmente artístico  y tan irónico y socarrón. Según Menéndez y Pelayo  “es la comedia humana del siglo XIV y la epopeya cómica de la Edad Media”. El Libro de Buen Amor es una obra literaria muy rica en temas tanto religiosos como profanos. Es de carácter dinámico, expresivo y emotivo.


Autor
Juan Ruiz, Arciprestes de Hita (¿1289-1350?).
Es poco lo que se conoce sobre la vida de Juan Ruiz. Nació en Alcalá de Henares. Padeció una prisión por orden de don Gil de Albornoz arzobispo de Toledo. Es el más destacado de los poetas castellanos de su época. Es famoso dentro del mundo literario por una sola obra o poema, el Libro de Buen Amor.     

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